En las últimas horas se viralizó una carta de una mujer de la ciudad de Villa Berthet, donde relata la difícil situación que atraviesa junto a su familia por ser un supuesto caso de Covid -19.
Mi nombre es Mirta Alzugaray y través de esta carta quiero hacer público lo ocurrido.
El día (02-07), en razón de haber mantenido contacto estrecho con un supuesto caso de Coronavirus, me practicaron un hisopado, el cual según las autoridades, había arrojado resultado positivo. Digo según las autoridades porque yo no había podido ver ese resultado, y tampoco se me notificó a través de otros medios tal circunstancia.
Posterior a eso, me aislaron junto a mi familia, lo que me generó una gran preocupación, porque además de la incertidumbre que tenía, en el caso de que realmente hubiese estado atravesando la enfermedad (seguía sin ver mis estudios) implicaba entonces que mi familia corría un gran riesgo de contagio. Porque vuelvo a repetir, el aislamiento fue junto a ellos.
A partir de esto, tomando como fundamento mi situación, las autoridades tomaron la determinación de aumentar las restricciones, volviendo a una “fase” de mayor control y aislamiento en la localidad. Esto me colocó en una situación sumamente delicada, porque en lugar de garantizar mi seguridad y la de mi familia, la información de que era yo la portadora del virus (cuando ni yo misma había sido oportuna y fehacientemente informada de ello) circuló rápidamente, exponiendo a mi círculo familiar y a mí a un estado de particular vulnerabilidad y violentándose con ello mi privacidad, mi intimidad y, lo más importante, mi seguridad personal, cosa que debe ser garantizada por las autoridades a toda costa. Sin contar el gran impacto emocional y anímico que esta injusta y mal manejada situación generó en mi familia.
En relación a toda esa desagradable situación y teniendo en cuenta mi buen estado de salud, ya que nunca tuve fiebre, dolor de cabeza, dificultades para respirar, perdida del gusto, y mis fundadas sospechas sobre ese diagnóstico, la planteé al Señor Intendente practicarme un segundo hisopado, sentía que esa práctica me daría la tranquilidad y el alivio que necesitaba, pedido al que él accedió sin problema, no obstante ello, este segundo examen no ocurrió. Nunca se me practicó un nuevo hisopado. Aún habiendo asumido el compromiso de hacerlo.
También quiero recalcar que en conferencia de prensa, se afirmó que de manera permanente se me realizaban controles de temperatura y otros síntomas, cosa que nunca fue tampoco una realidad. Además de afirmar que se me había exhibido el resultado del hisopado cuando nunca sucedió. Esta exhibición fue solicitada por mi parte y la de mis hijas en reiteradas oportunidades, habiéndose negado en todas ellas, transgrediendo con ello, además, mi derecho a estar informada acerca de mi estado de salud.
Debido a todo esto y, como si fuese poco todo lo señalado anteriormente, comenzaron a circular rumores que me involucraron con el hecho de, por ejemplo, haber recibido beneficios a cambio de prestar mi nombre para el caso, cosa que no puede estar más lejos de la verdad. Lo único que pedí era ver los exámenes a los que fui sometida y preservar mi nombre, y un manejo más serio de mi situación personal, atenta al estado de histeria colectiva que estas cuestiones pueden generar en la sociedad.
Tuve que esperar catorce días en aislamiento, con toda la presión que llevaba sobre mis hombros y sintiéndome vulnerable junto a mi familia. También se dijo que algunos locales comerciales se habían cerrado dado mi imprudencia de salir sin las medidas de seguridad sanitarias, cosa que desmiento absolutamente. Las veces que salí lo hice con tapabocas puesto. Luego de cumplir con los días de aislamiento establecidos, y recién después de haber tenido que presentar una nota escrita a la Directora del Hospital, pude acceder a mis estudios. (Sí, la primera persona que tuvo que verlos fue la última, y a través de costear asesoramiento, ya que vuelvo a reiterar de palabra siempre me lo negaron)
Hoy, a través de este descargo, quería compartir los amargos sentimientos que me generó esta situación. Lo que todo este tiempo veía por televisión se volvió mi realidad, y lo peor es que lejos de sentirme acompañada me sentí estigmatizada, sentí que perjudicaba a mucha gente, así me lo hicieron sentir, también, quienes tuvieron el atropello y el egoísmo de publicar por redes mis fotos y mi nombre. Hubo un desmanejo y falta de compromiso con mi seguridad y la de mi familia y por supuesto también la de toda la ciudadanía, ya que la mejor manera de sobrellevar todo esto es tener la información clara y precisa.
Solo deseo limpiar mi nombre y el de familia y traer de nuevo tranquilidad a nuestras vidas, a través de esta exposición que decido hacer sobre cómo sucedieron los hechos, intentando dejar atrás este desafortunado episodio.
No deseo a nadie que pase por mi situación, 14 días que se hicieron eternos, viendo como todo el mundo afirmaba algo a lo que tuve acceso recién el día de ayer y a través de una nota escrita.
Por último agradezco a quienes de alguna u otra forma me tendieron una mano solidara y me apoyaron en esta difícil situación.
MIRTA ALZUGARAY
Fuente: Diario Villa Angela