Quiero comunicarles de mi retiro del partido «Frente Integrador». No es un adiós a la política.

Las razones de mi alejamiento pueden intuirlas. Estoy en profundo desacuerdo con el conductor de ese espacio, que
por obvio que parezca, no debería olvidar que la democracia representativa supone reflejar fielmente la voluntad de nuestros representados.
Algo va mal cuando se fuerza la salida de militantes honestos y se facilita la elección como candidatos a alguien manchado por la sombra de su mal proceder.
Mi proceder es contribuir a dar a la política un sentido de fidelidad a la palabra dada, y un sentido del compromiso que vaya más allá de la conveniencia personal.
Quiero dejar en claro de que tengo otra visión de la política, y de que considero que la democracia se debe nutrir, cada vez más, de ejemplaridad y de nuevas maneras de participación partidaria.
No quiero dejar de expresar lo dolorosa que fué la decisión que tomé, amo la política como fuerza transformadora, que apuesta por la ejemplaridad, la equidad y la justicia social.
Gracias por haber compartido generosamente conmigo sus preocupaciones, esperanzas, convicciones y valores que me ayudaron a edificarme como ser humano. Seguiré pregonando y estando al servicio de la justicia social, la igualdad y al servicio de la diversidad y la pluralidad de cada rincón de nuestra provincia.
Las dificultades nunca han sido para mí una excusa para no continuar por la senda de mis ideales.